Morante e El Juli triunfam na América do Sul.

La feria de Manizales ha concluido de forma apoteósica, gracias en buena parte al buen juego de los toros de Ernesto Gutierrez, a los que les ha faltado presencia, pero su juego ha sido muy bueno.

Recibía hoy la alternativa el local Jose Arcila, a quien Morante le entregaba los trastos cediéndole a Timonel nº 373, nacido en septiembre de 2004. Fue un gran toro que empujó en varas y cuya muerte brindó el torero a su madre que presenciaba la corrida desde una barrera.Gran faena, aprovechando la embestida larga y codiciosa del animal, con el que anduvo el toricantano muy a gusto y mostrando el aplomo de un matador con algunos años ya de alternativa, cuando apenas llevaba cinco minutos.

Tras unas bernardinas mató de una entera delantera, siendo premiado con las dos orejas. Ante el que cerró plaza se lució Arcila en un quite por chiculinas, iniciando de rodillas su faena. Fue este un buen toro al toreó muy templado, hilvanando muletazos por uno y otro pitón. Ya en el epílogo de su labor vinieron unos ayudados por alto, un trincherazo, y un pinchazo antes de cobrar una entera.

Gran toro el segundo de la tarde, primero del lote de Morante de la Puebla, que fue premiado con la vuelta al ruedo. El animal metió la cara y al sevillano le sirvió para cuajar una gran faena, matándolo con prontitud. Frente al cuarto las cosas no le rodaron igual de bien a Morante, que tras iniciar su labor sentado en el estribo, prosiguió con unos ayudados genuflexos con los que se sacó al animal al tercio. Este toro simplemente se dejaba, aunque embestía con la cara a media altura y distrayéndose en ocasiones. La faena no llegó a tomar vuelos y a la hora de matar pinchó hasta diez veces.

Cuando El Juli se disponía a recibir a su primero, sus compañeros de cartel habían cortado ya dos orejas cada uno. El listón estaba muy alto. Quitó alternando chicuelinas con tafalleras y rematando con una gaonera para empezar a caldear el ambiente. Zapatillas clavadas en la arena en los primeros muletazos, instrumentados por alto, para continuar con un toreo profundo lento y templado. El toro arrastraba prácticamente el hocico por la arena, siguiendo una muleta que el madrileño le presentaba planchando literalmente el ruedo. Faena extraordinaria ante un toro de gran fijeza que fue finalmente indultado.

El quinto de la tarde no fue malo, pero acusó una voltereta que se dio tras su encuentro con el del castoreño. Por el izquierdo se quedaba corto, en tanto que por ambos pitones siempre tardeaba. Había siempre que tocarle y lo supo hacer muy bien El Juli que poco a poco se fue metiendo entre los pitones hasta el punto que casi le rozaron la taleguilla. Faena importante habida cuenta de las condiciones del toro, que pese a pinchar dos veces antes de cobrar una entera y hacer además uso del verduguillo, le fue premiada con una oreja.

Burladero.com





Pin It

0 comentários: